sábado, 31 de diciembre de 2011

Los desvanes secretos

De pequeña tenía un desván al que subía sigilosamente, donde encontraba todo tipo de objetos que se convertían en tesoros.
De mayor, en su desván no conocido por nadie, guardaba todo lo que no le servía, trastos viejos que acumulaban polvo e historias pasadas.
De niña, en la buhardilla de la abuela se disfrazaba con trajes antiguos, jugaba con muñecas rotas y hacía viajes lejanos a su mundo de fantasía.
De adulta, en aquel rincón de su cabeza guardaba rencores añejos, desengaños varios y una colección de fracasos embotellados.
En aquellos tiempos, al salir echaba las llaves. 
En el presente, también.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu blog, Alais. Es genial cómo manejas los microrrelatos, escribir en tan poco espacio, a mí nunca se me ha dado bien. Enhorabuena por tu blog =)

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  2. Muchas gracias, Mario, me alegro de que te gusten mis micros. Escribir en pocas palabras es cuestión de práctica más que otra cosa.

    Pásate cuando quieras por el blog y sé muy bienvenido.

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