—Porque
si quieres ser maestra o médica tienes que estudiar.
—¿Y
bombera?
—También.
—¿Y
para tener una tienda de chuches?
—Mejor
estudiar para hacer las cuentas del negocio.
—¿Y
si me hago pintora?
—Eso
cuando seas mayor, pero también hay que prepararse. Primero tienes que aprender
a multiplicar. ¿Te ayudo?
—Vale.
¿Si estudio no estaré en el paro como los primos?
—Es
un poco más complicado, pero tienes mucho que aprender antes de hacerte mayor y
trabajar.
—¿Pero
tendré trabajo de mayor?
—Claro,
cariño. Venga, las multiplicaciones, a ver si las terminamos antes de cenar.
Suspiró.
Estaba a punto de quedarse en el paro, y tenía carrera, máster y hablaba tres
idiomas.