Después de varios meses sin ninguna entrada nueva, vuelvo con un microrrelato nuevo. Quizá haya alguno más ambientado en el mismo pueblo. Espero que os guste.
ECONOMÍA DE TRUEQUE
En el pueblo donde vivo
hemos eliminado las monedas y los billetes, las cuentas bancarias y las
tarjetas de crédito. Lo que se quiere se permuta por otra cosa que alguien no
necesita o de lo que se puede desprender.
Cambiamos lámparas por
sillas, el arreglo de la tele por una tarde de cuidar a los niños, libros por
una tarta recién hecha, flores por una puesta de sol en compañía. Y a veces,
amistad y confidencias por traición.
Mi pueblo aún no es
perfecto.
Ningún pueblo es perfecto :)
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